Historia de los ratones
Recordamos que cuando compramos nuestro primer PC, en el paquete incluían una cosa que llamaban "ratón".
En los tiempos en los que los ordenadores raramente llevaban disco duro y en que las aplicaciones eran francamente rudimentarias,
el ratón era un espectador más en la mesa de trabajo de la cual habíamos decidido expulsarlo por ineficaz.
Las cosas cambiaron, y hoy en día está claro que el ratón es el mejor amigo del hombre (hablando de ordenadores,
claro). Desde la estandarización de Windows como entorno gráfico (pronto como sistema operativo) la tesis de que el ratón
no sirve para nada es totalmente rebatible. En este sentido debemos decir que el ratón es imprescindible para un manejo rápido
del sistema.
Al igual que el teclado, el ratón es el elemento periférico que más se utiliza en un PC. Los ratones han
sido los elementos que más variaciones han sufrido en su diseño. Es difícil ver dos modelos y diseños de ratones iguales,
incluso siendo del mismo fabricante.
Tipos de ratones
Existen diferentes tecnologías con las que funcionan los ratones. Son las siguientes:
- Mecánica
- Óptica
- Optomecánica
De estas tecnologías, la última es la más utilizada en los ratones que se fabrican ahora. La primera era
poco precisa y estaba basada en contactos físicos eléctricos a modo de escobillas que en poco tiempo comenzaban a fallar.
Los ópticos son muy precisos, pero necesitan una alfombrilla especial colocada en una orientación determinada. Lo malo es
que fuera de esa alfombrilla metálica el ratón no funciona.
Existen ratones especiales, como por ejemplo los trackballs , que son dispositivos en los cuales se mueve
una bola con la mano, en lugar de arrastrarla por una superficie. Son los dispositivos más utilizados en los portátiles, ya
que son estáticos e ideales para cuando no se dispone de mucho espacio. Hay otro tipo de ratones específicos para algunas
aplicaciones, como por ejemplo las presentaciones por ordenador. Estos ratones suelen ser inalámbricos y su manejo es como
el del tipo trackball o mediante botones de dirección. Y por último, podemos ver en los modelos más modernos las ruedas de
arrastre que permiten visualizar más rápidamente las páginas de Internet.
Eso, por no hablar de dispositivos (ya no se pueden llamar ratones) con diseño de ciencia-ficción, diseñados
para navegar por la red con el mínimo esfuerzo posible, o ratones que incluyen un teclado numérico en su parte superior. Y
la guinda del pastel podrían ser los "gatos", superficies sensibles que poseen una especie de bolígrafo que permite pulsar
en ella (como en los portátiles o los ordenadores de mano)